Al contrario de lo que sucede en algunos países latinoamericanos donde esta planta es el equivalente a nuestro perejil, los españoles mantenemos una relación de amor odio con ella. Hasta las máquinas tienen una relación problemática con él. Lo que no todos tenemos en cuenta es que no solo se usa la planta, la semilla también se puede emplear en la cocina, y «es más agradable y sutil, menos invasiva», comenta Perpén, quien la recomienda para sopas de mariscos, guisos de patatas, fideos…
Esta especia es un aromatizante muy empleado en la elaboración de galletas o para compensar el amargor del vino, y es uno de los ingredientes naturales de la ginebra. Aporta un toque fragante para las mezclas de curry y para los encurtidos, es un buen recurso para aderezar las pastas y marida con casi todos los derivados del cerdo, como salchichas, mortadela y morcilla, según resalta La enciclopedia de los sabores.